Cuando comenzó la cuarentena en Venezuela por el Covid-19, el pasado mes de marzo, el poemario del escritor venezolano Arturo Gutiérrez Plaza, «Cartas de renuncia», estaba listo para ir a imprenta.

La situación adelantó una reflexión que desde hace tiempo se venía dando en Fundación La Poeteca: Otros formatos para acercar los libros a todos los públicos dentro y fuera del país.

Así, lo primero que se hizo fue llevar el poemario a pdf para su descarga libre y gratuita desde el portal de La Poeteca, tal como lo están las siete publicaciones anteriores: https://lapoeteca.com/cartas-de-renuncia/

Ahora las buenas nuevas son varias.

El libro de Gutiérrez Plaza pasó a Amazon para que pueda ser adquirido en papel desde cualquier lugar del mundo. Está en el mismo formato de todos los libros de La Poeteca, obra de la exquisita diseñadora venezolana Waleska Belisario y su ABV Taller de Diseño.

Y se ha convertido en el primer audiolibro de la institución, que puede escucharse a través de Soundcloud y próximamente en YouTube y otras plataformas: https://soundcloud.com/cartas-de-renuncia-arturo-gutierrez-plaza

El audiolibro, que inaugura la colección «Donde suenan acantilados», verso de Rafael Cadenas, reúne a un equipo de lujo. Arturo Gutiérrez da voz a sus poemas. La presentación la hace Mariaca Semprún y la música es de Aquiles Báez, de su pieza «Choro», perteneciente al disco «La patilla», con Aquiles Báez en la guitarra, Anat Cohen en el clarinete, Roberto Koch en el bajo y Adolfo Herrera en la batería. La grabación, edición y masterización fue trabajo del joven estudiante de ingeniería de sonido, Santiago Zamora.

«Cartas de renuncia» reafirma a Arturo Gutiérrez Plaza como una de las voces más firmes y vitales de la actual poesía venezolana. El maestro Rafael Cadenas escribió sobre el libro: «Una gran poesía del habla me ha parecido siempre la que escribe Arturo Gutiérrez Plaza. Esta impresión la confirma toda su obra y desde luego también este recio libro, «Cartas de renuncia». A través de su aparente sencillez, palabras que suelen llamarse corrientes tienen realces inesperados que las transfiguran, de suerte que el lector irá sorprendiéndose a pasos, gracias al arte de hacer de este maestro cuya labor tiene ya muy justamente resonancia continental. Sus cuentas, a las que es tan dado, ahora vendrán en cartas, a la manera de antaño, pero que son tan actuales como el vivir, que es lo mayor».