En la escena musical se está dando un fenómeno que quizá pocos han notado, y del cual los supuestos “conocedores” o “expertos en rock” ignoran o pasan por alto, incluyendo varios medios de comunicación y es el hecho que involucra a varios venezolanos radicados en el exterior quienes actualmente y como decimos en criollo “están matando la liga”, sobresaliendo, cosechando éxitos en lo más alto, posicionándose en carteleras de ventas y hasta compartiendo escenario con leyendas e íconos del rock mundial. Lo voy a exponer en forma resumida:

Zardonic, residenciado primero en EEUU y ahora en Alemania, tras lanzar su nuevo disco Become con su fusión de rock y electrónica, se ha posicionado entre los más vendidos de la cartelera de itunes en países como EEUU, Alemania, Reino Unidos, Rusia y Japón (nación en la que las discotiendas llenan anaqueles completos con sus discos y posters). Algo similar había hecho con su producción anterior Antihero (2015), que lo llevó a presentarse en audiencias de hasta 35.000 personas.

Félix Martin y Sifting (ambos con sede en Los Ángeles) realizaron una histórica gira por EEUU en locales famosos y teatros de prestigio con la superbanda Sons of Apollo, de la cual, para que se entienda su importancia, explico quiénes son sus integrantes: Billy Shehaan en el bajo (Mr. Big, David Lee Roth, Steve Vai, Winery Dogs, etc.), Derek Sherinian en los teclados (Kiss, Alice Cooper, Dream Theater, Black Country Communion), Mike Portnoy en la batería (Dream Theater, Metal Allegiance, Transatlantic, Neal Morse, Avenged Sevenfold, Winery Dogs), BumbleFoot en la guitarra (Gun’s N Roses) y Jeff Scott Soto en la voz (Journey, Talisman, Yngwie Malmsteen).

Pero esta hazaña no llega hasta el simple hecho de girar, va más allá: los integrantes de Sons of Apollo elogiaron el talento de los venezolanos y hasta subieron a tarima a compartir con ellos. Vale recordar que Félix Martín también ha sido invitado a tocar al lado de otras superestrellas como Steve Vai, Tony McAlpine y Marty Friedman. Por su parte Sifting ha grabado con productores de la talla de Steve Evetts (Suicide Silence, The Dillinger Escape Plan, Sense’s Fail) y Ryan Williams (Velvet Revolver, Pearl Jam, Rage Against The Machine). ¿Cuántas bandas venezolanas se pueden dar el lujo de sumar estas experiencias?.

EL guitarrista Marcos Rodríguez forma parte de las filas de la banda alemana RAGE, con la cual ya ha grabado dos discos bajo el sello Nuclear Blast (el principal sello del mundo en lo que ha rock se refiere) y se ha presentado en los mejores festivales de rock que se realizan en todo el planeta. Algo similar sucede con el bajista Aires Pereira, quien forma parte de la principal banda de rock de Portugal: Moonspell, realizando tours mundiales y ante audiencias multitudinarias.

Dentro del rock latinoamericano la banda Los Pixel está nominada al premio Grammy Latino en la categoría de mejor disco por Ahora lo sabes todo, compitiendo con artistas de la talla del español Bunbury. El álbum Acorralados de la agrupación carabobeña Atiko, fue seleccionado entre las 12 mejores producciones discográficas de toda Latinoamérica por la revista Headbangers Latinoamérica, una de las principales referencias mediáticas de la región.

Los progresivos Tempano, con su última placa “Nowhere – now here” (2017), volvieron a sus andadas y realizan giras por EEUU ante el público especializado en rock progresivo más exigente. Es importante recordar que en el pasado giraron en los festivales de rock progresivo más relevantes del globo, tocando al lado de gigantes como Yes o The Flower Kings  y estuvieron fichados por el sello francés Musea Records.

Lo que no se entiende es como la “movida” o “anti-movida” del rock venezolano no refleja estos hechos de los cuales todos deberíamos estar super-orgullosos en sus páginas web, programas o al menos en sus redes sociales, y mucho menos invitarlos a sus eventos. El egoísmo y la envidia imperan, y los líderes o directivos de pandillas, asociaciones, empresas productoras, fundaciones, movimientos políticas, “academias”, aquelarres, claustros o como quieran llamarse voltean la mirada y cuentan la historia como a ellos les conviene sin saber el daño que hacen. Nosotros si quisimos hacerlo y siempre les daremos el valor que merecen.

Por: Roberto C. Palmitesta R.
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